¿Qué clase de destino creas? Hay hábitos comunes que son tóxicos para su identidad espiritual.
Deja de hacer estas cosas hoy y puedes esperar un futuro más brillante, saludable y feliz.
Tus creencias se convierten en tus pensamientos, tus pensamientos se convierten en tus palabras, tus palabras se convierten en tus acciones, tus acciones se convierten en tus hábitos, tus hábitos se convierten en tu destino. – Mahatma Gandhi
- Deja de fingir que tus problemas no existen. Enfréntate a ellos. ¡Cuanto más los ignores, más fuertes serán!
- Deja de poner tu felicidad o satisfacción de la vida en manos de los demás.
- Deja de fingir que tus errores nunca ocurrieron. Bésalos. Aprende de ellos. Creciendo a partir de ellos. Te hicieron quien eres.
- Deja de decirte a ti mismo que no puedes hacer algo hasta que hayas hecho un esfuerzo honesto.
- Deja de descuidar las cosas que son importantes para ti.
- Deja de antepon las necesidades de los demás. Cuídate. Aírate a ti mismo. Conviértete en tu mejor amigo.
- Deja de tratar de ser como otra persona. En su lugar, cree la mejor versión de usted.
Enfréntate a tus problemas. ¡Cuanto más los ignores, más fuertes serán!
- Deja de esperar un momento – jubilación, graduación, promoción – cuando puedas ser feliz. En su lugar, aprende a encontrar la felicidad en tu vida actual.
- Deja de pasar tiempo con la gente que te dispara.
- Deja de cuestionar tu autoestima basándote en fuerzas externas. Tu valor viene de dentro.
- Deja de trabajar para el sueño de otra persona. Establezca sus propias metas. Dales sentido.
- Deja de estar celoso de los demás. Sal y haz estas cosas por ti mismo, o abraza la vida que tienes.
- Deja de creer que no puedes cambiar. Puedes.
- Deja de minimizar los elogios de los demás y maximizar sus críticas. Invierta esta dinámica.
- Deja de concentrarte en evitar lo que no quieres. En su lugar, concéntrate en lo que quieras.
- Deja de tener miedo de cometer un error para actuar.
- Deja de compararte con los demás. No son otras personas. ¡Tú eres tú!
- Deja de desperdiciar tu energía preocupándote por cosas que no puedes cambiar.
- Deja de creer que las opiniones de los demás importan más que las tuyas.
- Deja de fingir que no tienes tiempo para hacer las cosas que amas. Puedes tomarte tiempo para cualquier cosa que creas que es importante para ti.
- Deja de guardar la alegría para ocasiones especiales.
- Deja de luchar por errores e imperfecciones. Sólo eres un ser humano.
- Deja de elegir el camino de menor resistencia. Si no coincide con tus valores, no es tu manera.
Deja de compararte con los demás. No son otras personas. ¡Tú eres tú!
- Deja de culpar a los demás por tus desgracias y desgracias.
- Deja de dejar que tu miedo al fracaso te impida perseguir tus sueños.
- Deja de esperar a que tu situación cambie. Toma las riéndote de tu vida.
- Deja de tomarte tiempo de las personas que amas para pasar con personas que solo toleras.
- Deja de desperdiciar energía lamentando un error pasado que no puedes cambiar.
- Deja de dejar que la verguenza te impida disculparte, admitir que has sido lastimado o hacer cualquier cosa que te impida curarte y seguir adelante.
- Deja de esperar la perfección de ti mismo, de tus seres queridos y de tus colegas.
- Deja de sentirte culpable por el tiempo libre u otro cuidado personal.
- Deja de ocupado por el placer de estar ocupado.
- Deja de correr hacia la vida. Aprende a disfrutarlo.
- Deja de decir "sí" a las cosas que prefieres no hacer.
- Deja de hacer tu vida más complicada de lo que debería ser.
Si te averguenzas de soportar tus hábitos, es posible que tengas que deshacerte de ellos…
Como dijo Stephen King:
Un hombre que no puede soportar compartir sus hábitos es un hombre que debe abandonarlos.